Descripción
Grabado acuarelado, reedición de ‘Fiorenza’ de Matteo Florimi, activo en Siena desde 1580 hasta 1613, publicó muchas plantas de ciudad. Esta Florencia forma parte de las representaciones cartográficas más bellas desde el punto de vista artístico. Realizada en ‘vuelo de pájaro’, la descripción de esta ciudad nos deja gratamente asombrados. Editado en el siglo XVII, este papel se reproduce hoy utilizando la misma técnica, los mismos materiales y los mismos instrumentos utilizados en la época: una prensa manual, planchas finamente grabadas, papel de algodón puro. El montaje sobre lienzo refleja un procedimiento de trabajo frecuentemente utilizado en el pasado y debido a la necesidad de conseguir una mejor conservación de las representaciones cartográficas, además de permitir un transporte más fácil. Sólo el envejecimiento, obtenido con sustancias rigurosamente vegetales, es una operación que ,obviamente, nuestro desconocido autor no tuvo que realizar. Realizado con la técnica del grabado sobre cobre está constituido por varias hojas montadas sobre «tela a tamiz» con el fin de mejorar la conservación, facilitar su legibilidad y facilitar el transporte. Varias eran las dificultades que los grabadores de los siglos pasados encontraban en la preparación de las matrices con el método del grabado. Los tiempos de ejecución eran muy largos y el trabajo realizado no era susceptible de correcciones. Además, el número de copias que era posible realizar era limitado, ya que las planchas de madera y de cobre, sometidas a un aplastamiento repetido de la prensa, tendían a deteriorarse rápidamente. El soporte sobre el que se transfiere la imagen está constituido por papel de algodón puro al 100% encontrado en una antigua papelera, ya operativa cuando esta obra veía la luz por primera vez. Con el fin de recrear ese encanto que las obras del pasado saben infundir, las hojas experimentan manualmente y singularmente un proceso de envejecimiento a base de sustancias rigurosamente vegetales. A continuación se realiza la operación de fijación del papel sobre lienzo, también en puro algodón crudo, que sufre, al igual que el papel, una sabia obra de invención. La coloración del acuarelo confiere al sujeto una visión policroma de indudable efecto escénico. Todo esto con el fin de realizar un producto que, tanto para los materiales utilizados como para la técnica utilizada, recupere la belleza y el valor histórico-cultural del original.
