Descripción
El cartógrafo holandés Giovanni Blaeu, un cartógrafo valiente, además de un abogado de éxito, es hijo de Willem Blaeu, que comenzó a aprender la ciencia cartográfica en el famoso astrónomo Tycho Brahe y posteriormente transmitió la pasión a sus hijos, Juan se convirtió en el cartógrafo oficial de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Entre las muchas obras realizadas en su imprenta, las más famosas son sin duda los cuatro grandes murales que representan a Europa, América, Asia y África. Cada una de ellas mide 120×170 cm, y se distinguen por su exquisita factura y su finura de grabado. En los lados derecho e izquierdo de cada una de ellas hay grabadas, ocho por cada parte, dieciséis representaciones de temas que representan a las poblaciones locales.
El soporte sobre el cual se transfiere la imagen está constituido por papel de algodón puro al 100% encontrado en una antigua papelera, ya operativa cuando esta obra veía la luz por primera vez. Con el fin de recrear ese encanto que las obras del pasado saben infundir, las hojas experimentan manualmente y singularmente un proceso de envejecimiento a base de sustancias rigurosamente vegetales. A continuación se realiza la operación de fijación del papel sobre lienzo, también en puro algodón crudo, que sufre, al igual que el papel, una sabia obra de invención. La coloración del acuarelo confiere al sujeto una visión policroma de indudable efecto escénico. Todo esto con el fin de realizar un producto que, tanto para los materiales utilizados como para la técnica utilizada, recupere la belleza y el valor historíco-cultural del original.